La Ley de Hick siempre ha sido un punto de referencia popular para los diseñadores. La encontrarás citada en las interminables listas de leyes y principios básicos que todos los diseñadores deberían conocer. Las denominadas leyes de UX se basan en teorías y principios provenientes de diferentes campos y disciplinas; como la psicología, las comunicaciones o las matemáticas, que nos permiten aproximarnos a cómo las personas percibimos y comprendemos el mundo y los múltiples estímulos que nos rodean.
La Ley de Hick es el principio más popular, junto con las Leyes de la Gestalt.
La Ley de Hick recibe su nombre del equipo de psicólogos británico y estadounidense formado por William Edmund Hick y Ray Hyman. En 1952, esta pareja se propuso examinar la relación entre el número de estímulos presentes y el tiempo de reacción de un individuo ante un estímulo determinado. Explica que el tiempo que tarda una persona en tomar una decisión depende de las opciones de que dispone: si el número de opciones aumenta, el tiempo para tomar una decisión aumenta también. Cuantas más opciones existan, más tiempo tardará el usuario en tomar una decisión. Tendrá que decidir sobre cuál interactuar;, generando un esfuerzo mayor y la posible frustración del usuario.
Quizá la ley de Hick pueda confundirnos con conceptos de sobra conocidos como el famoso «menos es más», probablemente una se haya inspirado en la otra. Alrededor de estas metodologías evolucionan otras como K.I.S.S acrónimo de «Keep It Short and Simple«; K.I.S.S. afirma que la simplicidad es la clave para que un sistema funcione de la mejor manera.
Pildoras
- Minimizar las opciones cuando los tiempos de respuesta son críticos.
- Divide las tareas complejas en pasos más pequeños para disminuir la carga cognitiva.
- Evita abrumar y dirigir a los usuarios destacando las opciones recomendadas.
- Utilizar la incorporación progresiva para minimizar la carga cognitiva de los nuevos usuarios.
Elegir paraliza al usuario.
En la misma linea encontramos el estudio realizado por los psicólogos Sheena Iyengar y Mark Lepper para la Univeridad de Stanford. Sus teorías -muy simplificadas aquí- se basaban en los mismos preceptos que la Ley de Hicks. Visualmente pueda parecer más atractivo un stand con mucha variedad de producto frente a otro con poca variedad de producto. La toma de decisiones genera dudas. Su experimento, un simple stand de venta de mermeladas en una feria local con 24 variedades diferentes de mermeladas frente a otro stand con sólo 6 variantes. Y aunque parezca increíble Iyengar y Lepper descubrieron que, aunque el expositor grande (con 24 mermeladas) generaba más interés, era mucho menos probable que la gente comprara un tarro de mermelada por el exceso de opciones. Sin embargo, ésta barrera desaparece cuando sólo se ofrecen a os clientes 6 sabores distintos.
En este sentido hay 4 categorías donde este proceso de selección es especialmente visible:
- Cuando hay que tomar una decisión rápida y sencilla.
- Cuando es dificil comparar alternativas.
- Cuando los consumidores no tienen preferencias claras.
- Cuando el producto es muy complejo.
Dónde y cómo aplicar la ley de Hick
Lo que creemos entender sobre la Ley de Hick en lo que respecta al diseño web está demasiado simplificado e incompleto. Tenemos que investigar más profundamente lo que este principio puede hacer por el diseño web.
El principal objetivo es buscar un equilibrio entre reducir la complejidad sin caer en la sobre simplificación. Tampoco debemos utilizar las leyes de diseño como métodos aislados. Existen muchas leyes y deben aplicarse conjuntamente y/o de manera ordenada en función del objetivo que debemos cumplir. Es evidente que no siempre podremos simplificar todos los procesos, incluso a menudo será contraproducente. Utilizaremos la ley de Hick para ordenar y categorizar la información reduciendo la curva de aprendizaje facilitando la selección del objetivo que hemos definido.
Quizá la principal aplicación de esta ley comience con la arquitectura del sitio, la navegación y la jerarquía de las diferentes secciones de menu. La elección y combinación de los recursos de los menús de opciones hará que los usuarios puedan encontrar más fácilmente los productos o servicios que buscan. Si pensamos en un ecommerce es evidente que no conseguiremos detallar todas las opciones posibles en un contexto desplegable sin desesperar al usuario. La utilización de técnicas como card sorting nos ayudarán a crear categorías reconocibles y que pueden ser fácilmente relacionadas con los productos que encontraremos en su interior. Deberías hacer esto al principio de tu proyecto, antes de empezar cualquier boceto o wireframe.
Hay una ley no escrita donde se dice que no debe haber más de 6 u 8 opciones visibles a la hora de tomar decisiones. Esto puede darse también en el menu, sobre todo en el menú donde además – recuerda – hay que tomar una decisión rápida y sencilla. Presenta pocas opciones en lugares comunes como la navegación y presenta el resto de las opciones sólo bajo demanda.
Los sistemas de filtro y búsquedas en listados, los procesos de compra, el carrito de reservas o el checkout en reservas son ejemplos donde esta teoría tiene especial importancia. Al reducir el número de opciones en pantalla, los distintos procesos se hacen más fácil de usar. Es por tanto más probable que el usuario consiga el éxito en la tarea.
La división de tareas complejas en pasos es una solución eficaz cuando esa complejidad no se puede optimizar. Formularios con grandes cargas de datos o el aprendizaje de paneles son algunos ejemplos en los que podemos aplicar la metodología de la ley de Hick.
Cuando tenemos varias opciones, es preferible destacar las más interesantes y ocultar las opciones menos necesarias para usuarios más avanzados. Sólo se mostrarán a aquellos que realmente soliciten ampliar la información. Siguiendo el ejemplo de los ecommerce, a menudo la información se esconde en pestañas o acordeones, que sólo muestran la información si es requerida. Es habitual ver en la lista de funcionalidades de software por ejemplo cómo mucha funcionalidad se esconde bajo un texto de «mostrar más» o «comparar planes». En este mismo caso también es conveniente aplicar la ley de Hicks en el número de opciones que ofrecemos en los «paquetizados» o planes. Una vez más, tres paquetes funcionan bien: un paquete de gama baja, uno de gama alta y otro intermedio para la mayoría de la gente.
Valora cómo de importante es la información en tu proceso de diseño, y cómo de importante es el volumen de esos datos para conseguir el objetivo.
Bibliografía recomendada:
Charla TED de Barry Schwarts donde en el año 2005 analiza los problemas que genera tener demasiadas opciones, descritas en su libro «La paradoja de la elección» .
Interaction Design Foundation. «Hicks Law: Making the choice easier for users»
Norman Niessen Youtube: «Hicks Law: Designing Long Menu Lists«