El efecto Von Restorff es también conocido como «efecto de aislamiento» (the isolated effect). Tiene su origen en la psicóloga alemana Hedwig von Restorff (1902-1962). En sus estudios descubrió que cuando a los usuarios se les presentan elementos o estímulos diferentes dentro de una lista de elementos iguales la tendencia a ser recordado es mayor. Esto se debe a que nuestro cerebro tiende a prestar más atención a los elementos que se destacan o son inesperados, asignándoles mayor importancia. Conseguiremos este efecto alterando de alguna manera el significado, o la naturaleza del objeto respecto a los otros elementos del grupo: tamaño, forma, color, subrayado o espaciado por ejemplo.
¿Cómo aplicar el efecto Von Restorff en UX?
El efecto Von Restorff o aislamiento forma parte del conjunto de leyes de diseño en UX. En primer lugar es necesario entender que esta ley, como las demás, deben ser tratadas con cierto «respeto». Abusar de ella podría no tener el efecto deseado. Este efecto es quizá uno de los más habituales y es muy fácil validar su función mediante test A/B.
Utilizaremos esta ley para mejorar la usabilidad de un producto o servicio. Al destacar ciertos elementos de la interfaz de usuario, podemos ayudar a los usuarios a recordar mejor cómo usar el producto y a encontrar más fácilmente las funcionalidades que necesitan.
En este ejemplo de Common ninja, una empresa que se dedica la venta de addons para WordPress vemos cómo se destaca claramente el ProPlan frente al Personal o Enterprise. Por un lado es el plan más interesante para el usuario por su relación calidad precio, y probablemente sea la opción que le interesa a la empresa promocionar para asegurar su viabilidad.
Netflix por su parte es un poco más sutil. Realiza un doble juego ante la saturación de elementos. Por un lado llama la atención el badge «Nuevos episodios», que destaca frente a los otros títulos. Es inevitable no fijarse en Emily en Paris. Por otro lado utiliza el elemento Top 10 en la parte superior derecha que de alguna manera compite con el avatar N de Netflix . En efecto la ley de Von Restorff parece que se anula ¿verdad? Sin embargo, ante la saturación de estos elementos nos encontramos con una película (Cuestión de sangre con Matt Dammon en portada) que no tiene iconos ni tan siquiera titulo.
El efecto Von Restorff también se aplica al diseñar llamadas a la acción (CTA – Call to action). Es habitual cuando hacemos un sistema de diseño, o simplemente una aplicación web utilizar diferentes niveles de botones. Estos deben mantener una estructura similar – casi idéntica – para ser reconocibles como botones, pero puedes permitirte la licencia de cambiar el color en una variante destinada a destacar y actuar como CTA .
No olvides que por un lado debemos guiar al usuario y realizar una experiencia de navegación agradable y fluida, pero, en la mayoría de los casos debemos cumplir con los objetivos empresariales. Será habitual destacar botones con acciones como comprar, regístrate, enviar o suscribir.
Otras aplicaciones del efecto
Sí, hay muchas más, y algunas pasan realmente desapercibidas por su sencillez. La ley no sólo se aplica a aspectos gráficos específico como hemos visto anteriormente. Puede también aplicarse a un texto de párrafo resaltando texto en negrita, destacándolo con un <cite> o simplemente alterando orden y significado.
En el experimento psicológico de Hedwig Von Restorff de hecho utilizaba listas de palabras para validar su experimento. Exagerándolo y extrapolándolo a una lista de la compra el ejemplo se ve claramente: leche, harina, huevos, sal, aceite, azúcar, árbol de Navidad, vinagre, atún, espinacas, aceitunas. Si dentro de un apr de horas intentaras recordar los elementos de esta lista sin duda recordarás Árbol de Navidad, puesto que no forma parte del mismo conjunto alimentos o básicos.
Para finalizar, a menudo pensamos que para ser fieles con la imagen corporativa de una empresa debemos utilizar al máximo la paleta de colores que la definen, pero nada más lejos. Si volvemos al ejemplo de Netflix verás como. por masa predominan muchos colores: el negro de fondo por ejemplo. Sin embargo su característico color rojo predomina y resalta sobre el resto de elementos.
Elige bien
Intenta no olvidar que cuando obligas a un usuario a enfocarse en ciertas partes de tu interfaz de usuario, también pueden pasar otras áreas desapercibidas. Si acabas haciendo muchas formas o colores diferentes, pueden distraerse fácilmente con el ruido. Mantener un equilibrio es la clave para hacer interfaces más limpias con un énfasis correcto en los elementos relevantes. Si utilizas demasiados elementos distintivos, acabarás creando una interfaz de usuario desordenada que genera demasiada carga cognitiva en el usuario. Es decir el efecto se diluye.
Ten en cuenta además que los diferentes rangos de edad pueden actuar de manera diferente ante los estímulos que intentas provocar. Es evidente que la accesibilidad de tu producto será diferente si hablamos a un público objetivo de 20 años o a un buyer persona en al generación X.
Por último, evita que tus creatividades y copys se confundan con anuncios. El uso exagerado de la diferenciación puede provocar el efecto contrario si el usuario confunde la recomendación con un anuncio publicitario.