Durante la ejecución de un proyecto pasamos por diferentes fases interrelacionadas. No importa el tamaño del proyecto, no importa si son simples tareas, sprints o sistemas complejos a menudo puede resultar difícil establecer las prioridades. Principalmente porque hay muchos puntos de vista y necesidades diferentes, y cada parte intentará llevar el proyecto a su terreno; es evidente que los stakeholders, el equipo IT o diseño tendrán necesidades muy diferentes. Es aquí donde un enfoque estratégico puede ser realmente útil.
Desarrollado en 1994 por el antiguo consultor de Oracle Dai Clegg, el método MoSCoW es una herramienta de gestión de productos sencilla y eficaz utilizada para poner en orden los posibles requisitos, ayudando a priorizar su backlog de tareas.
¿Qué es el método MoSCoW?
El término MoSCoW es un acrónimo que hace referencia a la primera letra en inglés de cada una de las cuatro categorías de prioridades. Estas 4 categorías son: «Must have» (debo tener), «Should want» (debería querer), «Could have» (podría tener) y «Will not have» (no tendré). Aunque está pensado para ser utilizado al inicio de un proyecto, también se puede adaptar para que funcione sin problemas en caso de limitaciones de tiempo.
M = “Must Have”
Los requisitos de la categoría «Must Have» deben considerarse absolutamente necesarios y son esenciales para el éxito del producto/proyecto. Representan necesidades no negociables para el proyecto, producto o lanzamiento en cuestión.
Esta categoría «imprescindible» requiere que el equipo realice una tarea obligatoria y debe responder con claridad a preguntas como ¿El producto funcionaria sin esto?¿ Existe una manera más simple de realizar la misma tarea o funcionalidad?. Sabremos que el requisito es un MUST si:
No tiene sentido entregar el producto sin la funcionalidad
No es legal sin ella
No es seguro sin él
No se puede ofrecer una solución viable sin ella
S = “Should Have”
Es un paso inmediatamente inferior a Must Have. Son esenciales para el proyecto pero no son vitales. Sin embargo, si no se cumplen, no son un obstáculo y no provocan un fracaso inevitable del proyecto. En el caso más sencillo, estos requisitos pueden ser entregados en una futura versión. Debes tener en cuenta que estas iniciativas bajo la categoría Should Have pueden tener un importante valor añadido.
Una forma de diferenciar un requisito «Should have» de uno «Could have» es revisar el grado de dolor que provoca el incumplimiento del requisito, medido en términos de valor empresarial o número de personas afectadas.
C = “Could Have”
Estas características pueden tener un impacto notable en el éxito comercial y la viabilidad de un producto y deben implementarse, pero sólo si el equipo de desarrollo del producto tiene tiempo para implementarlas sin afectar a otras características imprescindibles. Visto de otra manera, si un proyecto ya va con retraso, estas funciones pueden sacrificarse a corto plazo para garantizar la entrega a tiempo de una versión menos completa del producto.
Cuando se produce un problema y el plazo de entrega está en riesgo, uno o varios de los «Could have» se convertirán en la primera opción de lo que se debe descartar para cumplir objetivos.
W = “Won’t Have”
Estas características no son esenciales a corto plazo y probablemente se abordarán en futuras iteraciones de un producto. Por supuesto, si las prioridades del producto o de los usuarios evolucionan, estas características podrían ascender fácilmente en el orden de prioridades en cualquier momento.Básicamente no se ajustan a los retos, necesidades y requisitos actuales de los stakeholders. Por lo tanto, pueden ser fácilmente omitidos o reprogramados para futuras versiones.
Los requisitos que no se van a cumplir pueden ser muy útiles para mantener la atención en los requisitos más importantes que se podrían cumplir, en los que se deberían cumplir y, sobre todo, en los que se deben cumplir.
¿Cómo usar el método MoSCoW?
Aunque el método MoSCoW surgió en el contexto de la gestión de proyectos, puede utilizarse para poner orden en cualquier tipo de lista de requisitos. Sin embargo, colocar estos requisitos en una de las cuatro categorías es sólo el comienzo del proceso de priorización.
Identifica las tareas y los stakeholders
Define quienes serán los actores que decidan en el proceso de categorización de prioridades y qué tareas entran en cada fase. En un trabajo grupal serán varios departamentos los que intervienen definiendo requisitos, pero no siempre, y no todos tienen una visión global del proyecto. Debes identificar y reunir tus stakeholders clave y el equipo responsable por el desarrollo.
Categoriza ls tareas y establece los plazos
Coloca los elementos en una de las cuatro categorías. Si no estás seguro, coloca siempre los requisitos en las categorías inferiores. Más adelante podrás mejorar o reducir los requisitos, así que no te preocupes si no estás seguro de la ubicación de algunos elementos.
Reserva tiempo en tu calendario. Empieza por los elementos de la categoría «Must Have» (debo tener) y luego pase a los de la categoría «ShouldHave» (debería), pero no llenes todo el calendario. Deténte y evoluciona siempre que tu calendario empieza a llenarse. Es importante mantener un margen de maniobra en caso de que algunas tareas lleven más tiempo del previsto.
Revisa regularmente las cuatro categorías. Las prioridades pueden cambiar, sobre todo porque avanzas en las diferentes etapas, y según vayas «quemando» tareas estas pueden evolucionar y surgir nuevas características. Tu cuadro de prioridades debe estar vivo, no lo entiendas como algo estático. Revísalo semanalmente y piensa si las cuatro categorías sigue teniendo sentido. En caso de duda, puede ser útil combinar el método MoSCoW con el método Eisenhower, que incluye un componente de tiempo para decidir qué es urgente e importante, importante pero no urgente, urgente pero no importante, o ni urgente ni importante. El método Eisenhower también puede utilizarse para decidir en qué se debe trabajar entre varios requisitos con la misma categoría.
Define los recursos
Esta es una de las partes más delicadas. Ten en cuenta los tiempos, el equipo y la inversión para cada categoría. Debes ser consciente de que la mayoría de los recursos se destinarán a las prioridades del grupo «Must Have». Ordena los requisitos de cada categoría por evolución lógica y describe los items que dependen unos de otros. Debe haber un orden dentro de cada categoría también. Imagina un timeline donde la realizar la tarea A entran en juego las tareas B, C y D.
¿Cuándo utilizar el método MoSCoW?
Eso es todo: el método MoSCoW es una técnica sencilla que puedes añadir a tu caja de herramientas de productividad. Puedes utilizarlo por tu cuenta o para poner orden en los objetivos de tu equipo. Pero no te dejes engañar por su aparente sencillez: requiere revisiones periódicas y un encajonamiento del tiempo para que funcione mejor.